"Vivir únicamente el momento presente, entregándose en cuerpo y alma a la contemplación de la luna, de la nieve, de las flores de cerezo y las hojas de arce, cantar canciones, beber vino, divirtiéndonos simplemente flotando, flotando, sin dejarnos abatir por la pobreza ni permitiendo que trasluzca en el rostro, sino flotar a la deriva como una calabaza en la corriente de un río: esto es lo que llamamos ukiyo"
Asai Ryõi (1661-1665), prefacio de "Ukiyo monogatari" (Cuentos del mundo flotante
Estampado Japones.
Esta forma de arte alcanzó su mayor grado de popularidad en la cultura metropolitana del Edo durante la segunda mitad del siglo XVII y a mediados del siglo XVIII. En el Edo se crea un mundo dentro de la ciudad, lleno de placeres denominado el mundo flotante (Ukiyo), en la cual se desarrolla una técnica de grabado policromo, mediante la xilografía caracterizada por la captación de escenas espontaneas y placenteras de la época, como lo era el teatro Kabuki, el erotismo, retratos de Gishas, samurais, luchadores de sumo, gente viajando por la ruta Tokaido, la cosecha de arroz, el monte Fujial, etc.
El proceso de trabajo del Ukiyo-e incluía varias etapas, la primera de ellas, consistía en que el pintor dibujara con tinta china las lineas que conceptualizaran la ilustración, luego el tallador pegaba una copia calcada del dibujo en la plancha de madera; posteriormente, el impresor hacía un juego de pruebas con tinta china, para que el pintor indicara el color de cada parte del dibujo y así el grabador elaborara una plancha para cada color de la impresión.
Algunos de los destacados fueron:
Algunos de los destacados fueron: